Posible llegada de cepa de influenza más agresiva refuerza el llamado a vacunarse

La vacuna que se usará en Chile incluye protección contra la agresiva cepa H3N2, cuya circulación en el Hemisferio Norte ha causado brotes más severos y fatales que lo habitual.

 

Mientras en la temporada de influenza en EE.UU. se proyectan 34 millones de afectados, y ya ha habido más fallecidos que en temporadas anteriores-entre ellos, 97 niños-, las autoridades en Chile alistan el arsenal preventivo para evitar un escenario tan agresivo.

«En EE.UU. se produjo esta temporada la tormenta perfecta», sintetiza la doctora Jeannette Dabanch, coordinadora del Comité de Infecciones Emergentes de la Sociedad Chilena de Infectología. Esto, porque las variantes del virus influenza que circulan esta temporada invernal no son las que se predijo al formular la vacuna para el Hemisferio Norte, por lo que su efectividad llega solo al 36%; la circulación del virus se adelantó y se ha extendido más de lo habitual, y por si fuera poco, la cepa predominante ha sido la de influenza tipo A H3N2.

Temporadas previas en las que esta ha dominado se han caracterizado por su alta severidad, con más personas enfermas, más visitas al doctor, más hospitalizaciones y más muertes que en otras temporadas, especialmente en grupos vulnerables, como adultos mayores y niños.

«No es posible afirmar que en Chile vaya a ocurrir la misma situación, pero sí es razón suficiente para tomar medidas de preparación», dice Dabanch.

Y es que «la memoria inmunológica de los chilenos -característica que permite al sistema inmune una respuesta más rápida ante el contacto con patógenos- no está del todo preparada para enfrentar la influenza del tipo A H3N2», señala el doctor Leandro Carreño, académico de la U. de Chile e investigador del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII).

La inmunidad a la H3N2 dura 120 días, versus los 365 de resistencia ante la H1N1.

La buena noticia es que la fórmula de la vacuna trivalente diseñada para el Hemisferio Sur -adquirida por el Minsal y que estará a la venta en farmacias y vacunatorios- sí protege contra la variante H3N2 que circula en el Hemisferio Norte, más una variante de influenza A H1N1 y una de tipo B. Pero además de beneficiar a quienes se vacunen, la efectividad para toda la población aumenta si se inmuniza más del 80% de los grupos vulnerables, añade Dabanch.

Por eso, las autoridades adelantaron el inicio de la campaña de vacunación y esperan superar las bajas tasas registradas en 2017, en el que se vacunaron solo el 57,2% de los mayores de 65 años; el 71,2% de las embarazadas a partir de las 13 semanas de gestación, y el 75,6% de los niños menores de 6 años. Estos grupos de riesgo, más las personas de entre 6 y 64 años con enfermedades crónicas y trabajadores de avícolas y criaderos de cerdos tienen derecho a recibir la vacuna gratis. «Pero es recomendable que se vacune toda persona que quiera minimizar los efectos adversos ante una exposición al virus, lo que reduce la circulación del virus y el riesgo de transmitirlo a adultos mayores, niños y otras personas vulnerables en su hogar», recomienda el doctor Pablo González, académico de la UC e investigador del IMII, quien añade que «tras vacunarse, se necesitan de 10 a 14 días para crear inmunidad», es decir, para que el sistema inmune alcance a dar el nivel de protección necesario.

Dos dosis

«Los niños de hasta 8 años nunca antes vacunados contra influenza deben recibir dos dosis de la vacuna durante la temporada», indica el doctor Pablo González. La segunda dosis es un refuerzo que debe ponerse 28 días después de la primera.

Ver nota en El Mercurio