Sarampión en Chile: en siete meses ya hay más casos que en los últimos 15 años

Entre el año 2003 y 2017 se registraron al menos 17 casos confirmados de sarampión en Chile, todos ellos personas contagiadas fuera del país. Desde noviembre del año pasado a junio de este año, los casos confirmados ya suman 28.

En Europa, los casos de sarampión están a punto de duplicarse. De hecho, países como Reino Unido, Grecia, Albania y República Checa, recientemente perdieron su categoría de país “libre” del virus que entrega la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Sao Paulo (Brasil), un hombre de 42 años murió hace casi tres semanas convirtiéndose en el primer fallecimiento por esta enfermedad en los últimos años. No estaba vacunado.

Según registros del Ministerio de Salud brasileño, en los últimos tres meses, se han confirmado 2.321 casos de sarampión, casi todos ellos en el estado Sao Paulo. Durante 2018, en todo el país murieron 12 personas y más de 10 mil enfermaron con este virus.

Hasta la semana pasada, Estados Unidos había confirmado 1.234 casos (75% de casos en Nueva York y el resto en otros 30 estados), la mayor cantidad de casos desde 1992; México lleva 12 casos confirmados a la fecha, todos relacionados con personas que se contagiaron fuera del país; Perú sumaba dos; Costa Rica 10 y Argentina 5.

El virus, que está solo presente en los seres humanos y por lo tanto podría erradicarse por completo del planeta mediante la vacunación, hoy está de regreso. ¿La razón? Más personas que no se vacunan y el aumento de los viajes internacionales.

Chile eliminó el virus en 1992, lo que significa que desde entonces, el microorganismo no circula de manera natural en el país. Esto no implica que no haya casos, pero los pocos que se puedan registrar corresponden a personas (chilenos o extranjeros) que se contagiaron fuera del país, que enfermaron en territorio nacional y que pueden haber contagiado a otras personas con las que tuvieron contacto.

Chile ha tenido algunos brotes acotados de la enfermedad: en 2003 un chileno que viajó a Japón; en 2009 un niño de cuatro años que llegó como turista desde Francia; en 2011 tres casos importados que no tenían relación entre ellos y que contagiaron a otras tres personas con las que tuvieron contacto, y en 2015, una persona que llegó del extranjero y contagió a otras ocho en el país. En total, al menos unos 17 casos.

Así había permanecido hasta noviembre del año pasado.

Desde entonces y hasta la fecha se han registrado 28 casos de sarampión relacionados con seis importaciones diferentes que lograron contagiar a otras personas con las que tuvieron contacto. La mayoría de los casos contagiados dentro del país, son menores de un año, grupo que por edad, todavía no reciben la primera dosis de vacunas y por lo tanto no tienen ninguna inmunidad frente al virus.

La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, dijo a Qué Pasa que desde el año 2015 que no se presentaban casos. De los 28 casos registrados hasta ahora, 12 fueron importados y los otros 16, corresponden a casos asociados directamente a los primeros. Como parte de los protocolos que se activan en estos casos, se “contactaron a más de 4.500 personas que tuvieron contacto directo, se vacunaron a más de 1.500 individuos durante este periodo, lo que ha permitido contener el brote” y evitar que más personas se contagien con el virus.

Cobertura de vacunación

Mantener al país libre del virus (sin casos endémicos) es fundamental para mantener un porcentaje de vacunación por sobre el 90% e idealmente, en un 95%, según los especialistas.
De esta manera se genera el efecto rebaño, gran cantidad de personas inmunizadas permite que el virus no siga circulando y así proteger a quienes por edad o por enfermedades asociadas, no se pueden vacunar.

Hoy, el programa de inmunización que tiene el país señala que los niños deben ser vacunados a los 12 meses y a los seis años. Según Daza, a julio de este año el porcentaje cobertura de vacunación en primera dosis es de 91%. Mantener estos niveles de vacunación permitirá al país seguir siendo considerado libre del virus por la OMS. Un país pierde esta calidad cuando registra casos endémicos del mismo tipo de virus por más de doce meses.

Estados Unidos, está ad portas de perder su categoría de “libre” en los próximos meses, cuando se cumpla un año de los primeros casos registrados en comunidades judías ortodoxas en Nueva York.

Jeannette Dabanch, infectóloga del Hospital Clínico de la U. de Chile, señala que la vacuna contra el virus es muy efectiva y es la principal razón por la que Chile logró eliminar el virus en 1992 y América en 2014. “Hoy las personas le creen poco a las vacunas porque no visualizan el beneficio que tienen, no son capaces de verlo porque la enfermedad no se percibe. Es diferente de un analgésico antiinflamatorio en que la molestia desaparece después de tomar la pastilla”, dice.

¿Por qué aumentan los casos?

Miguel O’Ryan, investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, dice que no hay ninguna otra razón que explique el aumento de casos a nivel mundial que la no vacunación.

“No hay ninguna evidencia a la fecha que sugiera que el incremento de casos se deba a un cambio en la cepa del virus. Los brotes están asociados a la reducción de vacunación y personas que no se han vacunado. La evidencia es categórica, esto se debe a una acumulación de personas que por distintas razones, no se han vacunado”, señala O’Ryan.

De la misma idea es Pablo González, investigador Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (Imii) y académico Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica. “No hay variaciones de la cepa, es solo falta de vacunación, personas que no se vacunaron o que no tuvieron la inmunización completa”. “El virus sarampión es tan transmisible como el virus  influenza. Esa es la clave de su éxito. Es sumamente infeccioso y eficiente en el contagio”, insiste.

Respecto del porcentaje de cobertura de vacunación, O’Ryan dice que lo ideal es estar por sobre el 95% o al menos 90% en la primera dosis. “Menos que eso es una señal de preocupación porque, hay que considerar que la segunda dosis siempre es un poco más baja. Si se reduce más que eso, posibilidad de que tengamos brote en chile es real y podríamos perder nuestra condición de país libre del virus”, dice.

Según O’Ryan, los padres que no vacunan a sus hijos cometen una negligencia. “Hay personas que tienen tendencias nuevas relacionadas con nuevas formas de vida, eso es comprensible y no condenable, pero se deben informar muy bien antes y comprender que si hoy no tenemos las enfermedades devastadoras que teníamos en el pasado, es por la vacunación”, indica.

Mantener un porcentaje adecuado de vacunación es fundamental, señala González y recuerda que un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford demostró hace un par de años que la caída en un 5% de la vacunación podría incrementar los casos de sarampión en tres veces en Estados Unidos.

Fuente: La Tercera