Presupuesto 2020: ¿Aumentan o disminuyen los recursos para la ciencia en Chile?

Por primera vez el proyecto de Ley de Presupuestos consideró un ítem específico para el Ministerio de Ciencia. Cientítificos y políticos se enfrentan por el monto que se discute en el Congreso para el ejercicio del próximo año.

Por primera vez, el proyecto de Ley de Presupuesto para el próximo año que se discute en el Congreso incluye recursos bajo el ítem “Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación”, institución que recién a comienzos de octubre comenzó a funcionar de manera oficial.

Los años anteriores, estos recursos se entregaron a distintos ministerios como Educación, Economía, Agricultura, Salud, entre otros, y aunque en esta oportunidad también se consideraron partidas a esos sectores, más de la mitad del total de los recursos destinados a las ciencias se concentra en el nuevo ministerio.

Precisamente esta nueva institucionalidad otorgaba esperanzas de más recursos, sin embargo, en la práctica el aumento no es significativo sino de continuidad, reclaman los investigadores y parlamentarios.

Según un documento de la Oficina de Presupuesto del Congreso Nacional, tras agrupar diferentes cifras bajo el concepto de ciencia, tecnología e innovación (CTI), el presupuesto total para el año 2020 asciende a 721.687 millones de pesos, 27.389 millones más que el presupuesto del año pasado y levemente superior al de 2018 que llegó a los 721.448 millones de pesos.

Un informe de la Dirección de Presupuestos (Dipres), solo en la partida 30 que considera recursos exclusivos para el Ministerio de Ciencia, se incorporan 436.519 millones de pesos, lo que representa un incremento del 6,2% en comparación con el año pasado. Esto es 26.523 millones más que el año pasado.

Para el senador Guido Girardi, este presupuesto “muestra la absoluta falta de visión y ambición” de este país. El aumento efectivo, indica, es de 3,8% con respecto al año pasado, pero como había disminuido en 2018 y 2019, en moneda equivalente, es menor al presupuesto de 2017. ““Este es un problema estructural y es grave. Chile no tiene conciencia que la economía, el desarrollo social y la geopolítica se desarrollará en torno a quienes tengan competencia en materia científica y tecnológica, inteligencia artificial, en la nueva era digital”, agrega el parlamentario.

Desde el Ministerio de Ciencia explicaron que el análisis del Senado no considera una partida presupuestaria de un ministerio, sino que agrupa todas las asignaciones en materia de CTCI canalizadas a través de fondos y programas distribuidos en distintos ministerios, por lo que no considera esos 26 mil millones como el aumento efectivo para las asignaciones y programas contenidas en el presupuesto del Ministerio de Ciencia.

Presupuesto de continuidad

Para Flavio Salazar, director alterno del Instituto Milenio Inmunología e Inmunoterapia (Imii) y vicerrector de Investigación de la Universidad de Chile, el presupuesto que se aprobó este martes en la sala del Senado, es un presupuesto de continuidad. “Más que bajar o subir, hay una continuidad del presupuesto, una mantención en los últimos años. Nuestro presupuesto de ciencia es muy bajo, apenas el 3,8% del PIB. Si a eso se le aumenta el 6,2%, que en la práctica es poco más de un 3%, sigue siendo muy bajo. En los últimos 10 años el presupuesto para la ciencia ha estado estancado. No hay una política de desarrollo para la ciencia, es solo mantener algo que ya es precario”, dice Salazar.

A su juicio, el nuevo ministerio permite un reordenamiento del sistema pero no hay mayor inversión pese que a entre los científicos hay consensos de la necesidad de aumentar los recursos, algo que vienen discutiendo desde el segundo periodo presidencial de Michelle Bachelet a la fecha.

Factor Crisis Social

El investigador de la Fundación Ciencia y Vida y profesor del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (Cinv), Tomás Pérez Acle, también concuerda en que el aumento del 6,2% en la práctica y considerando el crecimiento del IPC es no menos del 3%.

Según él, si se suman todos los presupuestos que se destinan a ciencia (el propio ministerio y los recursos que están en otras instituciones) pareciera que hay una reducción del 2% en comparación con el año pasado pero en la práctica eso no tiene que ver necesariamente con presupuesto de ciencia sino con reasignaciones presupuestarias como las que se están realizando para atacar las necesidades que están en la agenda social.

“El gobierno, para cumplir con su agenda social, está proponiendo hacer una reitemización de gastos y se ven afectadas algunas partidas que apoyan las ciencias y las tecnología particularmente en Economía y Defensa pero además se está proponiendo una reducción del 5,5% del capítulo que tiene que ver con los gastos de representación, viajes, administración, de los distintos ministerios”.

De esta manera, dice Pérez Acle, el Ministerio de Ciencia tendrá 200 millones de pesos menos del documento inicial enviado generado por la Dipres. “Es cierto que pueden ser relevantes, pero hay que entender el contexto que está viviendo el país. Los científicos no podemos hacer caso omiso a lo que está pasando en las calles”, insiste.

Claudio Hetz, director del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI) y Académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, dice que justificar el no aumento del presupuesto argumentando la crisis social “es un discurso fácil”. “El ministerio ha fallado en poner con fuerza una posición un poco más filosófica y conceptual que mire al Chile del futuro. Invertir en ciencias es invertir en el país que queremos en el futuro, más allá de los gobiernos”.

Nuevos instrumentos

Respecto de las críticas al presupuesto, el ministro de Ciencia Andrés Couve, destaca que es la primera vez en la historia de Chile que existe un presupuesto integrado para Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en la historia de Chile y que se trata de “un presupuesto que asegura el mantenimiento de todos los programas del Ministerio de Ciencia, además de fortalecer áreas estratégicas y crear nuevos instrumentos”.

Entre estos nuevos instrumentos, Couve destaca seis nuevos anillos de investigación, dos nuevos institutos Milenio de Ciencias Naturales, dos nuevos institutos Milenio de Ciencias Sociales y Humanidades, nuevos instrumentos para colaboración entre centros, para innovación de interés público, para emprendimientos de base científica-tecnológica y cinco nuevos consorcios tecnológicos de vinculación academia-empresa.

“Este primer presupuesto comprende un 6,2% de expansión, más de 25 mil millones adicionales, para impulsar iniciativas que conectan el conocimiento con el desarrollo integral del país y para promover decididamente la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, siendo el quinto ministerio con mayor expansión del proyecto de ley de presupuesto 2020 presentado a fines de septiembre”, indica.

Para el ministro Couve, la reciente aprobación del primer presupuesto se da en un contexto marcado por las demandas sociales, “en que como Gobierno hemos hecho un esfuerzo en responder a las urgencias que ha exigido la ciudadanía. Esto nos obliga a actuar con mucha responsabilidad en el uso eficiente de fondos públicos”.

La autoridad también reconoce que aún queda mucho por avanzar en inversión pública y por lo mismo, dice, la inversión en investigación y desarrollo no es solamente responsabilidad del Estado. “Por ello, llamamos al sector productivo a incrementar su inversión en I+D pues nuestra economía requiere de más conocimiento para aumentar sus niveles de competitividad”.

¿Qué sigue ahora? Tras la aprobación del Senado, el proyecto de Ley del Presupuesto para el próximo año quedó en condiciones de cumplir su tercer trámite legislativo y volverá a la Cámara de Diputados para que revise los cambios introducidos.

 

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