Científicos que descubrieron pieza clave para tratar males graves ganan Nobel de Medicina

Los tres investigadores premiados ayer determinaron cómo las células se adaptan al oxígeno disponible, un hallazgo que ha servido para buscar tratamientos contra patologías como la anemia y el cáncer.

Que toda célula, como cualquier organismo vivo, sigue un proceso respiratorio que se basa en el oxígeno para generar energía es algo que los científicos han sabido desde hace varias décadas.

¿Pero cómo hacen las células para adaptarse a los cambios en los niveles de oxígeno? La respuesta fue un misterio hasta que, en los años 90, tres investigadores empezaron a desentrañarlo.

Se trata de Gregg Semenza, William Kaelin Jr. (EE.UU.) y Sir Peter Ratcliffe (Reino Unido), quienes ayer ganaron el Premio Nobel de Medicina 2019 debido a sus investigaciones que hallaron una vía a través de la cual las células se adaptan al oxígeno disponible.

Una de las razones que impulsaron sus investigaciones es que muchas enfermedades involucran la relación de las células con el oxígeno. De allí la importancia de saber cómo ellas se adaptan a su disponibilidad.

Para 2001, los tres científicos ya habían descubierto la maquinaria molecular que regula la adaptación de las células a las diferentes cantidades de oxígeno. Fue entonces cuando presentaron trabajos en conjunto, resultados que les valieron el Nobel recibido ayer.

Impacto

“Revelar el mecanismo de uno de los procesos adaptativos más esenciales de la vida ha permitido allanar el camino para nuevas y prometedoras estrategias para combatir enfermedades”, indicó la Academia Sueca.

En concreto, los tres investigadores descubrieron HIF, una proteína que las células estabilizan para sobrevivir a bajas concentraciones de oxígeno.

Este hallazgo ha tenido impacto en la medicina al abrir un camino para próximos blancos terapéuticos contra el cáncer, por ejemplo.

Según explica Mauricio Retamal, investigador del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina de la Universidad del Desarrollo, se ha demostrado que las células tumorales aprovechan HIF para crecer más rápido, por lo que se están desarrollando nuevos tratamientos basados en este mecanismo para matar ciertos tumores.

“Por eso se ha postulado atacar a esta proteína HIF para eliminar o hacer más débiles a las células cancerígenas que sobreviven gracias a ella”, explica Retamal.

Hasta ahora, añade, los resultados de estudios en animales han sido promisorios, aunque faltan más trabajos en humanos.

Flavio Salazar, subdirector del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia y vicerrector de investigación de la Universidad de Chile, comenta que el descubrimiento premiado también es la base de potenciales tratamientos contra la anemia, por ejemplo.

“La anemia es una enfermedad basada en una baja cantidad de glóbulos rojos”, explica Salazar. “Y es a través de los mecanismos que fueron descritos por estos investigadores que se está buscando tratamientos que aumenten la cantidad de glóbulos rojos por medio de la relación con el oxígeno”, añade.

El académico agrega que también hay un potencial impacto en otro tipo de enfermedades, como las bacterianas.

“Hay bacterias que sobreviven en baja cantidad de oxígeno y si uno logra saber cómo darles más y cómo evitar que ellas se adapten, entonces uno las puede matar, de manera que estas investigaciones abren nuevas líneas de investigación muy importantes”.

Ciencia básica

Ambos expertos opinan que el premio de este año reafirma la importancia de la ciencia básica.

“Esto es un claro ejemplo de cómo la investigación básica tiene un montón de aplicaciones insospechadas”, dice Salazar.

Retamal concuerda. “Pasaron de descubrir una proteína a abrir el camino para trabajos con el potencial de mejorar a los pacientes, que es lo que queremos los investigadores”, comenta.

El próximo 10 de diciembre, los premiados recibirán una medalla de oro, un diploma y un cheque de 9 millones de coronas (unos 650 millones de pesos).

Fuente: El Mercurio