Diez millones de personas se enferman anualmente de tuberculosis

Problema de salud pública global fue analizado por Dr. Daniel Hoft, investigador y académico de la Universidad de Saint Louis, en Estados Unidos. Científico, invitado a Chile por la UC y el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMII, desarrolla nueva estrategia terapéutica para combatir la enfermedad, basada en células del sistema inmune.

En todo el mundo, más de diez millones de personas al año se enferman de tuberculosis, y de ese total, un millón y medio fallece a causa de esta infección, especialmente, en países en vías de desarrollo. Este hecho hace que la enfermedad sea considerada un problema de salud pública grave. Así lo estima el Dr. Daniel Hoft, científico estadounidense recientemente invitado a Chile, y quien está elaborando nuevas estrategias terapéuticas para combatir esta infección bacteriana, a través de la inmunoterapia.

El científico, convocado al país por el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMII, participó en una serie de charlas organizadas por esta entidad, oportunidad en la que entregó detalles de su investigación sobre un tipo de células del sistema inmune, llamadas células T gamma/delta, que podrían entregar mayor protección contra el patógeno, superando en efectividad a las actuales terapias.

Estos hallazgos esperan impactar positivamente a nivel global y también en Chile, ya que actualmente, se registran cerca de 3 mil casos anuales de personas con tuberculosis, y alrededor de 100 fallecimientos por esta causa, según cifras del Ministerio de Salud.

Bacteria resistente y nueva estrategia

“La tuberculosis sigue siendo un gran problema de salud pública. Y a pesar de que ahora existen tratamientos que pueden controlar la infección en la mayoría de los casos, aún hay millones de personas que mueren anualmente por este problema. Esto, principalmente, porque la duración prolongada del tratamiento –de seis meses-, junto a los efectos secundarios de los fármacos disponibles, hacen que la bacteria genere resistencia a los antibióticos”, explica el Dr. Daniel Hoft.

En ese contexto, el experto explica que durante años, ha estudiado las actuales herramientas terapéuticas y cómo diseñar mejores recursos para erradicar esta bacteria. “Estamos optimistas con nuestra investigación y pensamos que utilizar este tipo de células T gamma/delta –presentes en el organismo- podría ayudar a resguardar o bien, a promover otro tipo de mecanismo para controlar la infección y evitar la diseminación de la bacteria en el cuerpo y hacia otras personas. Esto, considerando que las actuales terapias contra la tuberculosis son algo inespecíficas y producen varios efectos secundarios indeseados”.

El investigador explica que la tuberculosis y su reactivación ocurre mayormente en el pulmón. Debido a esto, señala que una inmunoterapia óptimamente eficaz, necesitará dirigirse a la mucosa de este órgano, para generar mayor inmunidad. Y en ese contexto, asegura que las respuestas de las células T, son de importancia crítica para la inmunidad protectora, razón por la cual, su tratamiento propone incentivar el reclutamiento de células T y específicamente las T gamma/delta para dirigir su acción a los pulmones, evitando también con ello la inflamación e infección.

Dichos hallazgos han sido evaluados en modelos experimentales, obteniendo exitosos resultados. “Aún falta el estudio clínico, en humanos, así que esperamos avanzar correctamente en esa dirección”, comenta el académico de la Universidad de Saint Louis.

Enfermedad y control de la tuberculosis

Un informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS, señala que las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un 10% de riesgo de padecer tuberculosis, a lo largo de su vida-. “Eso implica que alrededor de un tercio de la población mundial está infectada, pero sólo uno de cada diez desarrollan la enfermedad”, asegura el Dr. Daniel Hoft. Sin embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunitario está dañado, como ocurre en casos de infección por el VIH, malnutrición o diabetes, o en quienes consumen tabaco. Asimismo, la OMS destaca que desde el año 2000 y gracias al empleo de actuales tratamientos, se han podido salvar más de 37 millones de vida.

La enfermedad es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis que se transmite de persona a persona a través del aire, al toser o estornudar. Si no es diagnosticada a tiempo puede producir daño progresivo en diferentes órganos. Algunos síntomas son: tos intensa con duración de tres semanas o más, tos con sangre o secreción nasal, y dolor torácico. Cansancio, debilidad persistente, falta de apetito, escalofríos o fiebre nocturna, son otros síntomas que deben ser pesquisados a tiempo. El Dr. Pablo González, investigador asociado al IMII comenta que “la bacteria que produce la tuberculosis es reconocida por los científicos por su capacidad de escapar a los mecanismos anti-microbianos que posee nuestro cuerpo. Parte de este escape se debe a que la bacteria posee la capacidad de encapsularse en el pulmón en granulomas y entrar en un estado de latencia por años, hasta que la persona se inmunodeprime o por ejemplo envejece”.

“La tuberculosis puede ser pulmonar o extrapulmonar. Como ejemplo de la segunda, sería desde una cutánea o gastrointestinal como una que afecte a la meninges o a nivel sistémico (por todo el cuerpo). Estas manifestaciones comienzan generalmente como una afección pulmonar, transmitida vía aerosoles, pudiendo luego llegar a los otros órganos. En este último caso, la infección suele pasar desapercibida y confundirse con otras patologías, lo que también es delicado para la salud”, comenta la Dra. Emma Rey, investigadora del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, especialista en tuberculosis.

Respecto al control y manejo terapéutico de esta infección, la Dra. Susan Bueno, Investigadora Asociada al IMII, señala: “Por el momento es importante el suministro de la vacuna BCG a todos los recién nacidos, pues esta evita en alto grado la infección del sistema nervioso por la bacteria de la tuberculosis. Además, en caso de contagio es clave la toma ininterrumpida de antibióticos por seis meses de manera rigurosa, ya que frenar el tratamiento puede dar lugar a bacterias resistentes y paulatinamente limitar las alternativas de tratamiento.”

Jorge Soto, científico del IMII, señala que si bien se reportan casos de infección en todo el mundo, la utilización de la vacuna BCG, que existe hace casi cien años, es una estrategia importante en la prevención contra el patógeno e incluso en el control de la mortalidad, al menos en nuestro país.

Al respecto, el Dr. Daniel Hoft señala que no hay ningún remedio que cure del todo la tuberculosis, pero “sí vacunas, y por otro lado, los actuales tratamientos de seis meses, cuyas drogas deben tomarse día a día han contribuido a disminuir su incidencia. Sin embargo no son suficientes”. Respecto a las dificultades, el investigador señala que la tuberculosis resistente a fármacos es más difícil de tratar y aumenta significativamente los costos del programa de control de esta infección, en los países con alta incidencia, especialmente en África. Por todo ello, su proyecto es seguir perfeccionando las herramientas de salud, para aumentar la inmunidad frente a este patógeno.

Por otro lado, el Dr. Hoft manifiesta especial interés por realizar colaboraciones con Chile y los laboratorios del IMII. “Me motiva muchísimo la idea de generar alianzas con estos investigadores, especialmente en temas de vacunas. Así es que espero se puedan concretar futuras investigaciones en conjunto”, finaliza el experto.

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