Chilenos desarrollan nuevos fármacos para combatir obesidad y síndrome metabólico

La estrategia de especialistas del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, consiste en bloquear una enzima de la grasa abdominal y disminuir los niveles de la hormona cortisol. Los fármacos prometen reducir el peso y junto a ello, combatir hipertensión, resistencia a la insulina y dislipidemia.

 

 

La última Encuesta Nacional de Salud, determinó que el 74% de la población chilena sobre los 17 años tiene exceso de peso, y que un  31,2%, sufre de obesidad. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud, OMS, estimó que Chile es el país con mayor sobrepeso de toda Latinoamérica y que los niños menores de cinco años con esta condición, alcanzan al 7,2%, cifra que supera en un punto a la media mundial (6,2%).

Estilos de vida vinculados al sedentarismo y malos hábitos alimentarios, son las mayores causas detrás del sobrepeso y obesidad, hecho que preocupa a los investigadores del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMII, pues a esto se suman los factores hormonales presentes en población obesa, que contribuyen a incrementar los daños a nivel metabólico.

Por eso médicos y científicos chilenos del IMII, liderados por el Dr. Carlos Fardella, endocrinólogo de UC, están diseñando nuevos fármacos para combatir la obesidad. Diversos compuestos serán ensayados en modelos animales, con la finalidad de reducir su peso  y también, combatir el síndrome metabólico, un trastorno que genera una serie de alteraciones a la salud: hipertensión, resistencia a la insulina, dislipidemia y aumento sustantivo de la grasa abdominal.

A través de un screening virtual entre millones de sustancias en diversas bibliotecas de compuestos, y usando ensayos in vitro de alto rendimiento, los investigadores identificaron algunas de éstas, cuya capacidad terapéutica se basa en su rol como inhibidor de una enzima llamada 11beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa tipo 1.

Por su parte el Dr. Carlos Lagos, químico farmacéutico de la U. San Sebastián, e investigador asociado al área endocrinología del IMII, es quien dirige las principales actividades de esta fase del proyecto sobre diseño de fármacos. “La mayoría de los medicamentos existentes contra la obesidad, como la fentermina y el orlistat, están orientados a aumentar el gasto de energía o a disminuir la absorción de grasa. Sin embargo, se ha visto que éstos tienen una serie de efectos secundarios. En nuestro caso, hemos dirigido los estudios a la generación de nuevas moléculas que puedan inhibir a esta enzima, encargada de producir la hormona cortisol.  A partir de los compuestos identificados generamos una nueva serie de moléculas que esperan ser patentadas este año”, explica el especialista.

Inhibidores

Este blanco de acción se basa en estudios anteriores desarrollados por IMII, -e iniciados el 2014 gracias al apoyo de CORFO y el Consorcio tecnológico BMCR-, en los que se ha demostrado que el tejido adiposo y la grasa visceral en particular, producen cortisol -también conocida como la hormona del estrés-, siendo ésta la responsable de ocasionar múltiples daños al metabolismo de las personas.

“La gracia de este proyecto es que busca enfocar el problema de la obesidad y el síndrome metabólico como una falla enzimática y, por eso, nos centramos en bloquear a esta enzima que convierte a la cortisona en cortisol, consiguiendo así disminuir los niveles de esta última hormona. Con esta herramienta, estamos atacando a la obesidad y sus alteraciones relacionadas, aportando al desarrollo de nuevas estrategias que podrían aplicarse a esta problemática que afecta a nivel mundial”, señala Fardella.

Los resultados de los experimentos con estos inhibidores han sido exitosos y, actualmente, el equipo del IMII está pronto a realizar un estudio preclínico para medir la seguridad de las dosis en ratones. Luego de esto, se realizarán investigaciones para probar la eficacia de los fármacos, en animales obesos que también desarrollan síndrome metabólico.

“Primero, realizamos estudios en líneas celulares con algunos bloqueadores de la enzima que ya existían. Y enseguida, trabajamos con esta herramienta computacional que nos permitió escanear moléculas y desarrollar compuestos nuevos que no estaban en el mercado, para su aplicación en modelos de estudio. Ahora, vamos a testear estas últimas sustancias en ratones, proponiendo su administración a través de la vía oral o bien, mediante parches o pellet en el tejido adiposo  abdominal”, comenta Lagos.

Los estudios en animales que realizarán en las próximas semanas, los que debiesen efectuarse en algún centro de investigación extranjero, que aún deben definir. La esperanza de los científicos es culminar esta fase de investigación en el trascurso de dos años, tiempo a partir del cual esperan concretar alianzas y la transferencia de productos al mercado, los cuales ya debieran estar patentados. Esto permitirá abrir el camino a ensayos clínicos en pacientes.

“Hasta hace dos décadas se pensaba que el tejido graso solo almacenaba energía y que ayudaba a protegernos del frío. Pero hoy sabemos que este tejido es un órgano endocrino, que produce hormonas que regulan el apetito, la inflamación, entre otros fenómenos. Y también se ha determinado que en la grasa abdominal, se generan el cortisol y la aldosterona,  dos hormonas originales de las glándulas suprarrenales que en exceso gatillan hipertensión, diabetes, insulinoresistencia, e hígado graso, entre otros problemas metabólicos típicos de la obesidad”, comenta Fardella.

De acuerdo a ello, el especialista del IMII señala que es fundamental abordar la obesidad desde múltiples miradas, ya que “se trata de un problema mundial grave en aumento, que trae consecuencias negativas, involucrando de forma creciente a la población infantil”. Por esto mismo es que, la expectativa de sus investigaciones, es generar un fármaco contra la obesidad, pero que pueda ser complementario a la existencia y práctica de hábitos saludables en la población.  Estas medidas, referidas a prevención y el cuidado personal, implican mantener un peso adecuado, realizar actividad física y tener una alimentación saludable.

Las investigaciones del IMII cuentan con el apoyo del Consorcio BMRC, y en ellos también participan los Dres. Gonzalo Recabarren y Pablo González de la Facultad de Química, y la Dres. Andrea Vecchiola y Fidel Allende de la Facultad de Medicina de la UC.

 

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