¿Por qué el calor descompone tan rápido frutas, lácteos y ramos de flores?

Las altas temperaturas no sólo nos hacen sentir sedientos y cansados, sino que también afectan negativamente a nuestros alimentos. En verano, las frutas y los vegetales muy maduros, pronto encuentran un lugar en el tarro de la basura, la leche o el yogur rancio saben horrible y los ramos de flores, cortados sólo hace unos días, cuelgan del florero secos y marchitos.

Un artículo del diario Las Últimas Noticias (LUN) reunió las opiniones de un grupo de expertos para dar con la explicación química de estos hechos. Según el texto, los alimentos sufren un proceso de degradación natural, y en las frutas y verduras ocurre después de la cosecha. En el caso de éstas, se produce una degradación metabólica de las proteínas y de los azúcares, que puede retrasarse con bajas temperaturas y la aplicación de otros mecanismos.

En el caso de los contenidos con altas cantidades de grasas y aceites, el fenómeno de descomposición se denomina enranciamiento. En los alimentos derivados de los lácteos, este proceso ocurre cuando el calor libera a los ácidos grasos, que son volátiles, y genera el mal olor. Por otro lado, en los vegetales, se produce el pardeamiento enzimático, lo que se expresa en el cambio de color de las hojas.

¿Pero qué hay de otros organismos vivos? Consultada por LUN,  La Dra. Susan Bueno, investigadora de IMII y docente de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, explica que “las flores se marchitan más rápido porque al estar a la alta temperatura se deshidratan. Hay que considerar que han sido cortadas y por lo tanto se ha alterado su proceso de mantención de agua (…) Adicionalmente, los tallos se relacionan con bacterias y hongos ambientales que proliferan en el agua, donde están las flores, que se torna turbia, evidenciando el crecimiento microbiano”, afirma.

En el caso de las bacterias en los alimentos, el problema radica cuando nos las comemos sin notar que lo hacemos. La Dra. Bueno asegura que  “las bacterias que causan enfermedades, crecen muy bien a 30-40° Celsius, por lo que si un alimento contaminado con microorganismos se deja a temperatura ambiente en un día caluroso, van a crecer y pueden causar malestares gastrointestionales”.

Fuente LUN